La Geometría Sagrada y el Origen de la Vida

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La Geometría Sagrada y el Origen de la Vida

Comprendiendo al Ser mediante el Árbol de la Vida Personal
Publicado en Filosofía existencial · 1 Marzo 2018

La Geometría Sagrada es la Ciencia Divina que nos permite comprender el modo en el que se organiza la energía para dar forma a todo lo que existe, desde las partículas subatómicas más elementales, hasta los planetas y las galaxias que inundan el vasto universo.
 
Pero vayamos al Origen. En la mayoría de religiones, filosofías y tradiciones espirituales, se habla de un Vacío Primordial anterior a cualquier idea o concepto de Creación, en el que sin haber absolutamente Nada, subyace todo el potencial necesario para crearlo absolutamente Todo. Es en esta infinita potencialidad donde la Conciencia del Absoluto, a la que solemos llamar Dios, puede ejercer su Poder Creador.

 Si imaginamos a esta Conciencia Primigenia como un solo punto en el Vacío Primordial, este no podría desplazarse hacia ninguna parte, puesto que allí donde no hay límites, espacio, ni lugar al que dirigirse, tampoco puede haber movimiento alguno. Sin embargo, lo que sí puede hacer la Conciencia es Proyectar su Intención de expandirse hacia todas direcciones, generando así un campo de energía a su alrededor, que da lugar a la primera forma geométrica: la esfera.




Esta primera acción creadora del Espíritu ya nos muestra su naturaleza trina (Padre-Hijo-Espíritu Santo, o Atma-Budhi-Manas), puesto que la Conciencia tanto requiere de una energía expansiva o masculina con la que pueda proyectarse a sí misma; como de una energía receptiva o femenina, que le permita dar forma a este primer espacio en el que ya es posible acoger y engendrar la vida.
 
Así comienza el libro del Génesis:

           - En elPrincipio Dios creó el cielo y la tierra.
(es decir, un primer espacio perfectamente delimitado como es esta esfera)
 
- Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo…
(pues recordemos que más allá de esta esfera sigue habiendo la Nada).
 
- Y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas

Aquí se introduce el concepto de movimiento y de lugar “se movía sobre la faz de las aguas”, lo cual indica que este punto inicial ubicado en medio de la esfera, ahora ya puede desplazarse hasta el límite de su primer espacio creado; la superficie de la esfera.
 
Y una vez ahí, el Espíritu vuelve a proyectarse en todas direcciones creando así una nueva esfera. En términos biológicos este proceso se conoce por la “Mitosis”, que es la capacidad reproductiva que tienen las células para desdoblarse a sí mismas conservando toda la información genética.




Pero ocurre que esta segunda esfera intersecciona con la primera, lo cual genera un espacio interior distinto del anterior, que recibe el nombre de “Vesica de Piscis”. Esta nueva forma sagrada contiene mucha información en cuanto a proporciones geométricas, cálculos matemáticos y otros datos de interés, aunque por lo que más destaca realmente, es por sus interpretaciones místicas y religiosas que la relacionan directamente con la Luz.

Así prosigue el Génesis en su tercer versículo:

- Y dijo Dios: Haya luz, y hubo luz.



Aquí se puede advertir una imagen bastante familiar, puesto que también se asemeja bastante a los dos hemisferios cerebrales. Sabemos que cada uno de los hemisferios posee habilidades distintas, ya que si el derecho se dedica más bien a percibir y sentir todo lo que ocurre a su alrededor, el izquierdo se ocupa básicamente de analizar toda esa información tratando de ordenarla y entenderla de manera racional. Son como la letra y la música de una misma melodía, los cual significa que, a pesar de emplear energías totalmente distintas, ambas se complementan a la perfección.





Es este doble flujo energético el que alimenta y retroalimenta continuamente a todo ser vivo, y el que genera una nueva forma sagrada; la Toroidal. Quizás no se trate de una forma demasiado visible en el plano físico, pero sin duda lo es en planos más sutiles de existencia como el etérico o vital, ya que esta figura se encuentra en permanentemente movimiento alrededor nuestro, como un campo electromagnético al que denominamos aura.





Y dado que el eje central de esta figura conecta lo de Arriba con lo de Abajo a través de una especie de tubo que, en el caso del hombre recorre toda la espina dorsal, desde la coronilla hasta el perineo, activando a su paso todos los chakras y permitiendo que ascienda por ahí la consciencia; no es de extrañar que la Vesica de Piscis haya sido des de siempre estrechamente vinculada a la Luz.
 
Bien, pues este proceso de desdoblamiento se realiza 6 veces (coincidiendo con los 6 días de la Creación) finalizando así un primer ciclo de 7 esferas (los 7 días de la semana), que dan lugar a la denominada “Semilla de la Vida”, que es donde reside la esencia de la Totalidad. Fijémonos que 7 son los rayos de luz que generan todo el espectro visible de colores, 7 son las notas musicales que generan todas las frecuencias audibles, 7 son los cuerpos o vehículos del ser humano, con sus 7 chacras o vórtices de luz y 7 son también las Leyes Herméticas que forman el Magno Principio de la Creación.





Es precisamente sobre este primer ciclo de 7 esferas que aparece el Árbol de la Vida, un diagrama que alberga toda la Sabiduría cosmogónica de la existencia, tanto a nivel macrocósmico como microcósmico. Y si bien es cierto que fueron los místicos del judaísmo quienes más ahondaron en su estudio y conocimiento profundo, el Árbol de la Vida no pertenece a ninguna doctrina espiritual ni religión, puesto que es parte integrante de la Arquitectura Divina con la que se construye el universo, más allá del tiempo y el espacio.
 
Es interesante mencionar que las 11 esferas que aparecen en el Árbol de la Vida son en realidad 10+1, las 10 dimensiones del Ser + la Conciencia, coincidiendo este dato de manera sorprendente con la actual teoría de cuerdas de la física cuántica, la Teoría M, formulada por el eminente físico teórico Edward Witten y validada por la comunidad científica vigente, donde se postula que existen 10 dimensiones espacio-temporales en una especie de amalgama de universos o multiverso, siendo la onceava dimensión, la que de algún modo cohesionaría a todas las demás y daría sentido a esta teoría, tal y como también ocurre con Daat, la onceava esfera del Árbol de la Vida cabalístico.

Bien pues una vez concluido este primer ciclo de 7 esferas, la Mente Divina se expande con una nueva secuencia de esferas que parte de la intersección de cada una de las 6 esferas anteriores, dando lugar al denominado “Huevo de la Vida”, en cuya visión tridimensional se aprecia la inclusión de los dos primeros sólidos platónicos: el Hexaedro y el Tetraedro.





Se completa este segundo ciclo con 6 nuevas esferas que surgen una vez más de las intersecciones anteriores, y así llegamos al patrón central de la denominada “Flor de la Vida”, una nueva figura con 19 esferas completas a la que solo habrá que añadir los pétalos de las esferas exteriores y un círculo a su alrededor.
 
Probablemente esta sea la figura Sagrada más conocida y representada por culturas y civilizaciones de todos los tiempos, tal y como demuestran los numerosos hallazgos arqueológicos encontrados con esta composición geométrica a lo largo y ancho del planeta.




Se dice que la Flor de la Vida contiene en sus proporciones cada fórmula matemática, cada ley de la física, cada armonía de la música, cada átomo de la materia, cada nivel dimensional y absolutamente todo cuanto existe en el universo.
 
Y así llegamos al denominado “Fruto de la Vida”, una nueva forma sagrada que surge al trascender el círculo que rodea la “Flor de la Vida”, un círculo que algunos alquimistas consideraron como un símbolo de privación del saber divino. Pero en realidad, esta nueva figura, el Fruto de la Vida, solo puede ser vista como un complemento de la anterior, puesto que añade 6 círculos periféricos a la Flor de la Vida, que al unirse entre sí y a la esfera central, muestran un gran cubo tridimensional que recibe el nombre de “Cubo de Metatrón”.





Esta nueva figura alberga los 5 sólidos platónicos, considerados perfectos ya en tiempos de Platón, debido a que todas sus caras contienen una misma forma poliédrica y un mismo ángulo.

En antiguos textos cabalísticos se menciona a Metatrón como al “rey de los ángeles”, quien creó esta figura a partir de su propia alma e hizo del Árbol del Conocimiento su reino.





De ahí que esta figura posea todo el poder purificador y transformador del alma humana, ya que mediante la activación de su cuerpo de luz o Merkaba, integrado en este cubo, todo ser humano tiene la posibilidad de culminar su proceso de ascensión hacia el mundo espiritual al que pertenece.
 
Bien pues hasta aquí esta breve introducción a la Geometría Sagrada como Fuente inagotable de Vida y de Sabiduría.
 
En este enlace puedes ver el vídeo: https://youtu.be/jnZx1IR7UUo

Autor: Ricard Barrufet Santolària


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